
Bruselas, 30 de mayo de 2025 – La Comisión Europea prepara un innovador mecanismo voluntario de “créditos de naturaleza” destinado a recompensar a agricultores y silvicultores por sus acciones de conservación y restauración de ecosistemas. Esta iniciativa, impulsada por la comisaria de Medio Ambiente Jessika Roswall, busca asignar un valor económico a los servicios que presta la naturaleza, generando nuevos ingresos para el sector agrario y forestal mediante un sistema verificable de certificación .
¿Qué son los créditos de naturaleza?
Los “créditos de naturaleza” son instrumentos financieros que traducen en unidades negociables los beneficios ambientales producidos por prácticas sostenibles en la gestión de la tierra. Cada crédito equivale a una cantidad verificable de acción positiva, como la restauración de zonas húmedas, la protección de hábitats clave o la captura de carbono en suelos agrícolas. A diferencia de las normativas obligatorias, esta fórmula es completamente voluntaria: quienes opten por el sistema podrán obtener ingresos extraordinarios siempre que sus medidas cumplan con los estándares de calidad y trazabilidad establecidos por la Comisión .
Proyecto piloto y movilización de fondos
Entre 2025 y 2027, Bruselas pondrá en marcha un piloto a escala de la UE que permita a los gestores de tierras probar el mercado de estos créditos. El objetivo es cerrar el déficit de financiación de la biodiversidad, estimado en 200 000 millones de euros para la próxima década, y canalizar esos recursos hacia proyectos de restauración y conservación en todo el territorio comunitario .
Complementariedad con el mercado de emisiones
Aunque guardan cierto parentesco con el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS) de CO₂, los créditos de naturaleza se distinguen por remunerar servicios ecosistémicos (p.ej., retención de agua, biodiversidad o secuestro de carbono) en lugar de impactos contaminantes. La Comisión subraya que ambos mercados no deben solaparse, sino complementarse, adaptando las metodologías a las especificidades locales de cada hábitat .
Próximos pasos y gobernanza
Según el borrador al que ha tenido acceso Euractiv, la UE creará antes de finales de 2025 un grupo de expertos encargado de elaborar las líneas maestras de un marco metodológico. Para mediados de 2026 se presentarán los principios de certificación y gobernanza que regirán el sistema, sentando así las bases para su ampliación y posible armonización a gran escala .
Retos y debate
A pesar del entusiasmo de varios sectores, la propuesta ha suscitado voces críticas que advierten contra un exceso de flexibilidad regulatoria o un diseño que evite la retirada de tierras de producción. Organizaciones como BirdLife Europe recuerdan que la conservación efectiva requiere en muchos casos reservar áreas para la naturaleza, lo que tensiona la tensión entre productividad y patrimonio natural.
Con este enfoque, la Comisión Europea pretende impulsar la inversión privada en la restauración de la biodiversidad, movilizando capitales hacia un sector que, según el BCE, depende en un 70 % de los servicios que presta la naturaleza. El éxito del sistema de créditos de naturaleza podría convertirse en un referente global para financiar la transición verde.