Hoy ha visto la luz, a través del Boletín Oficial del Estado, la aprobación definitiva del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el período 2012 – 2030, tras ser sometido al procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica.
En el Estudio Ambiental Estratégico se ha incluido en el PNIEC:
- Las motivaciones de las alternativas seleccionadas (capítulo 6)
- Las medidas preventivas y correctoras divididas en dos bloques:
- Mejora de la Integración Ambiental a nivel estratégico que deben adoptar los órganos de la Administración General del Estado;
- Recomendaciones a otras administraciones o entidades privadas promotoras de planes regionales o proyectos concretos para reducir el impacto ambiental de los proyectos.
- El programa de vigilancia ambiental (capítulo 9)
Además, la Declaración Ambiental Estratégica amplia (apartado 5) las determinaciones ambientales que, junto con las medidas ambientales y las recomendaciones propuestas en el Plan y su estudio, deberán tenerse en consideración.
De la UE a las competencias nacionales
Todo comienza desde la Unión Europea (UE), quienes planteaban una serie de objetivos para el año 2030:
- 40 % en la reducción de Gases de Efecto Invernadero;
- 32 % de energías renovables en el consumo total de energía final bruta;
- 32,5 % de mejora en la eficiencia energética;
- 15 % de interconexión eléctrica de los Estados Miembros (EE.MM.)
Y para lograr estos objetivos de forma coordinada entre todos los EE.MM., la UE demanda que cada Estado realice – al igual que los Planes Estratégicos para la Política Agraria Común – su propio Plan Energético para el período 2021 a 2030.
España ya ha hecho esos deberes y finalmente ha aprobado el PNIEC, el cual se divide en dos bloques:
- En el primero se detalla el proceso, los objetivos, las políticas y medidas existentes y necesarias para ejecutarse el Plan. También incluye el análisis de impacto económico y del empleo, distributivo y beneficios para la salud.
- En el segundo bloque se recogen los anexos, integrando la parte analítica, en la que se desarrollan las proyecciones.
Si bien cabe, podemos destacar que el PNIEC tiene unos objetivos muy ambiciosos, como son:
- 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990;
- 42% de renovables sobre el uso final de la energía;
- 39,5% de mejora de la eficiencia energética;
- 74% de energía renovable en la generación eléctrica.
Teóricamente, estas medidas permitirán alcanzar el objetivo a más largo plazo que ha guiado la elaboración de este Plan que es alcanzar la neutralidad de emisiones de GEI y de la descarbonización de España en 2050.
En definitiva, parece que con PNIEC se da un paso hacia adelante hacia una Europa – y una España – más sostenible y orientada a mitigar los impactos generados en épocas pasadas y presentes.
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