El carbono orgánico influye en muchas características del suelo, incluida la capacidad de retención de nutrientes y agua, el ciclo y la estabilidad de los nutrientes, la mejora de la infiltración y la aireación del agua.
Los suelos pueden conservar el carbono orgánico, como principal componente de la materia orgánica, formando agregados de suelo y complejos mineral-orgánicos. Las partículas de arcilla son más eficaces que la arena y el limo para conservar la materia orgánica del suelo.
Cómo se forma el carbono en el suelo
El carbono en nuestros suelos es el resultado de la descomposición de los residuos vegetales, animales y microbianos, que -en muchos casos- se asocia con las partículas orgánicas del suelo. Las tasas de acumulación son regulares en aquellos suelos que no han sufrido alteraciones, como es el caso de las actividades agrícolas intensivas. Sin embargo, no ocurre los mismo en suelos agrícolas que han sufrido una pérdida de compuestos orgánicos con el laboreo intensivo.
Además, sin una incorporación suficiente de materia orgánica (como pueden ser los residuos de los cultivos), los procesos biológicos y físicos asociados pueden agravar la situación.
Son numerosas las investigaciones que se han realizado que apuntan hacia un aumento del contenido de carbono en el suelo (SOC) cuando las practicas agrícolas son más sostenibles (diversificación de cultivos, desarrollo de agro-silvicultura, introducción de setos, reducir la frecuencia de labranza, reducción de insumos químicos, uso de fertilizantes orgánicos, eficiencia en las técnicas de regadío, incorporación de arcilla en el suelo, etc (Demenois et al., 2020).
La experiencia de Evenor-tech
Precisamente en Evenor-Tech tuvimos la oportunidad de realizar un caso de estudio para el proyecto europeo CONSOLE (www.console-project.eu) en el que analizamos y comprobamos las bondades en el aumento del SOC en suelos de olivar que habían cambiado su manejo de intensivo a tradicional (más información).
Los cambios en las prácticas de gestión del suelo pueden, ya sean públicos como privados, pueden proporcionar un incentivo financiero para la participación de los agricultores hacia un mano más sostenible. Muchos programas de conservación paran a los agricultores por hectárea cuando adoptan ciertas prácticas específicas. Sin embargo, otras muestra más eficiencia cuando se paga por unidad de beneficio ambiental, como es el caso de tonelada de carbono secuestrado (Antle et al., 2003).
Pero para cualquier medida, siempre hay una crítica de insuficiencia en las medidas para compensar una reducción de la producción por cultivo. Y lo cierto, es que se debe llevar a un consenso entre todas las partes interesadas para alcanzar unos objetivos realistas.
Y son muchas las Comunidades que hemos realizado en los proyectos en los que Evenor-Tech ha tenido que desarrollar, y que – ahora gracias a las nuevas tecnologías – hemos podido informar, relacionar, y poner en mutuo acuerdo para generar soluciones altamente existosas.
Bibliografía
Antle, J.M., Diagana, B., 2003. Creating incentives for the adoption of sustainable agricultural practices in developing countries: the role of soil carbon sequestration. American Journal of Agricultural Econom- ics 85, 1178–1184.
Demenois J, Torquebiau E, Arnoult MH, Eglin T, Masse D, Assouma MH, Blanfort V, Chenu C, Chapuis-Lardy L, Medoc J-M and Sall SN (2020) Barriers and Strategies to Boost Soil Carbon Sequestration in Agriculture. Front. Sustain. Food Syst. 4:37. doi: 10.3389/fsufs.2020.00037